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¡Aguante Villa del Parque!

Llegó el calor y lo sufrimos más por los tontos de serrucho

Con temperaturas por arriba de los 30 grados, es muy oportuno acordarse de los tontos de serrucho. Esos nocivos depredadores del barrio que piensan que "podan" "sus" árboles y sienten que están haciendo "limpieza" o estupideces por el estilo.

Estimados señores de poco cerebro: ¿cómo piensan mitigar el calor en sus casas sin protección de las copas que ustedes destruyen? ¿Con toldos? ¿Consumiendo mucha energía con aire acondicionado a full? ¿Y qué llevan cuando caminan por las calles? ¿Sombrilla?

¿Por qué no dejan a los árboles que pueden hacerlo mucho mejor, no solo dar sombra sino absorber calor? ¿Por qué no se abstienen de modificar sin derecho ni criterio el arbolado público?

¿Dónde estacionan sus autos para que no se caldeen? ¿Al sol o a la sombra de árboles que por el momento se salvaron de ustedes?

¿Disfrutan de caminar por las callecitas peladas que va dejando su destructiva conducta? ¿Quieren que Villa del Parque sea como Once?

Señores comerciantes de Cuenca: ¿Notaron que la calle más comercial del barrio tiene tres climas? De Beiró a la estación, caluroso con islas de sombra, pero no de frescura porque para eso se necesita continuidad de las copas. De la estación a la plaza Aristóbulo del Valle, pelado, insoportablemente caluroso. De la plaza hasta Álvarez Jonte, fresco gracias a la bastante bien conservada arboleda.  ¡Salvemos ese tramo al menos de los tontos de serrucho!

Los que tienen negocios en los tramos 1 y 2, ¿Ven mucha gente frente a sus vidrieras cuando el sol pega? ¿Qué esperan para abrir canteros en sus veredas -en vez de cegarlos como hicieron muchos- y pedir al gobierno de la ciudad que reforeste?

De Nazca, ni hablar. Tan incómodo como el desierto.

Señores directivos del club G E V P: pintaron el frente, qué bien, pero ordenaron que mutilaran los tres majestuosos árboles frente a la entrada del club. Los convirtieron en unos tomem, que por estos días, cuando los árboles respetados ya tienen frondosas copas, apenas si dieron algunas ramitas raquíticas para tener algunas hojas imprescindibles para sus procesos vitales. Ahora, el efecto sobre el ambiente de la entrada del club fue devastador: puro sol, hay que refugiarse en los arbolitos que están en la verda de las canchas de tenis, que están bastante bien, aunque faltan varios.

Además, al eliminar las copas de los tres colosos, dejaron a la vista el horrible cablerío de la televisión que arruina el paisaje de los barrios.

Fue una destrucción innecesaria y un pésimo ejemplo señor presidente Walter Carmody; señor vice Gustavo Luraschi, señor secretario Jorge Roberto Ramis y señor tesorero Héctor Adrián Castagna. Lo siento, pero la responsabilidad no se delega. Fueron ustedes.

Señora directora de la escuela Blanco Encalada, de Emilio Lamarca casi Beiró. ¿Por qué el frente del establecimiento no tiene árboles y están tapados los canteros de la vereda? ¿Está de acuerdo esto con las lecciones que sobre calidad de vida y conducta ciudadana se imparten a los chicos? La invito a pedir al gobierno de la ciudad que ponga árboles allí.

No es lo mismo Villa del Parque que Villa del Patio Pelado.

Respete, defienda y promueva el arbolado público. Por la calidad de vida del barrio.

Mangangá, editor

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