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¡Aguante Villa del Parque!

Calidad de vida

El horrible rugido de las motosierras

Desde el lunes, la hermosa avenida Beiró se parece un poquito más a la inhóspita Nazca o la parte árida de Cuenca. Ese día volvió a oírse en ella, en el cruce con Concordia, el horrible rugido de las motosierras y dos robustos gomeros fueron abatidos.

Estaban frente al estudio de diseño gráfico Exe, en el número 3478, y ante el nuevo bar Gargantana, en el 3490.

Ya no alcanzaba que el arbolado de ese tramo de Beiró tuviera el patético aspecto de una dentadura incompleta. Ahora hay media cuadra seguida sin árboles, de una y otra vereda. Lo mismo pasa con las de Disco y el ACA.

No me pidan que considere bien a esa gente.

El bar ya venía ocupando la vereda con sus mesitas, de lo cual dudo que tenga permiso. Ahora tal vez el gerente esté contento que podrá poner una más, pero ni loco iría a sentarme a ese lugar que ya no tiene la sombra que daban los árboles destruidos.

La lucha por conservar el precioso arbolado público de Buenos Aires es difícil, pero al menos, en esta época, el agobio del calor juega de aliado para poner de manifiesto una de las mayores utilidades de nuestros amigos los árboles.

¿En qué pensarán los frentistas que piden que sean quitados los árboles que además no son suyos? ¿O que los destruyen con podas caseras catastróficas que los dejan mutilados y transformados en tótem vivos?

¿Estarán contentos esos ciudadanos de tener que poner el aire acondicionado a full en sus casas y negocios ahora desprotegidos? Cuando salgan a la calle, ¿irán corriendo a buscar la sombra en otras veredas para huir del rayo del sol? ¿Buscarán otros lugares en la cuadra para dejar sus autos ya que frente a sus propiedades se caldean en forma insoportable?

El accionar de esa gente depreda un bien de todos, porque el microclima fresco que genera una arboleda completa no puede mantenerse con algunos árboles aislados, y todos los vecinos tienen que soportar la incomodidad.

No me pidan que considere bien a esa gente.

¿Por qué lo hacen? ¿Para tener lugar para más mesas o para poner los autos en venta en la vereda como hacen las abusivas concesionarias de Beiró? ¿Para hacer cerramientos y tomar la vereda como parte del local, como algunos restoranes? ¿Porque sienten que se tapan sus vidrieras o marquesinas que es lo que lleva a vaciar de árboles las calles comerciales como Nazca y Cuenca? ¿Para que se vea el edificio que construyen y se vendan rápido los departamentos? ¿Para la estúpida ostentación del frente de su casa?

No me pidan que considere bien a esa gente.

La lucha es dura, decía. Según Clarín del 17 de noviembre, problemas con el arbolado generan casi un cuarto (22,8%) de los reclamos vecinales en la ciudad.  Son más de 35.000 en lo que va de 2008, en general para pedir podas (lo cual está bien, no hacerlas en forma improvisada) y que se reparen veredas (lo cual también es correcto).

Ninguno de esos motivos debe llevar a eliminar árboles que necesitan decenas de años para desarrollarse. ¡No seamos bestias! Sólo es aceptable retirar un árbol por precaución, si puede caerse, o por necesidad, si se habilita una nueva salida de autos, por ejemplo. Pero en ambos casos hay que reponerlos, corriendo unos metros el lugar de implante si hiciera falta.

De modo que señores del gobierno de la ciudad, yo también quiero hacer un reclamo.

Reclamo por todos y cada uno de los árboles que faltan.

Reclamo por todas las sanciones que ustedes no aplican contra los depredadores.

Quiero abrigo fesco del calor y reparo de la lluvia, quiero paisaje que al menos disimule los feísimos cables de televisión que ustedes no hacen soterrar, quiero oxígeno y quiero pájaros en mi barrio y en mi ciudad.

¡Quiero calidad de vida! ¡Más plantines y menos motosierras!

Mangangá

Llegó el calor y lo sufrimos más por los tontos de serrucho

Con temperaturas por arriba de los 30 grados, es muy oportuno acordarse de los tontos de serrucho. Esos nocivos depredadores del barrio que piensan que "podan" "sus" árboles y sienten que están haciendo "limpieza" o estupideces por el estilo.

Estimados señores de poco cerebro: ¿cómo piensan mitigar el calor en sus casas sin protección de las copas que ustedes destruyen? ¿Con toldos? ¿Consumiendo mucha energía con aire acondicionado a full? ¿Y qué llevan cuando caminan por las calles? ¿Sombrilla?

¿Por qué no dejan a los árboles que pueden hacerlo mucho mejor, no solo dar sombra sino absorber calor? ¿Por qué no se abstienen de modificar sin derecho ni criterio el arbolado público?

¿Dónde estacionan sus autos para que no se caldeen? ¿Al sol o a la sombra de árboles que por el momento se salvaron de ustedes?

¿Disfrutan de caminar por las callecitas peladas que va dejando su destructiva conducta? ¿Quieren que Villa del Parque sea como Once?

Señores comerciantes de Cuenca: ¿Notaron que la calle más comercial del barrio tiene tres climas? De Beiró a la estación, caluroso con islas de sombra, pero no de frescura porque para eso se necesita continuidad de las copas. De la estación a la plaza Aristóbulo del Valle, pelado, insoportablemente caluroso. De la plaza hasta Álvarez Jonte, fresco gracias a la bastante bien conservada arboleda.  ¡Salvemos ese tramo al menos de los tontos de serrucho!

Los que tienen negocios en los tramos 1 y 2, ¿Ven mucha gente frente a sus vidrieras cuando el sol pega? ¿Qué esperan para abrir canteros en sus veredas -en vez de cegarlos como hicieron muchos- y pedir al gobierno de la ciudad que reforeste?

De Nazca, ni hablar. Tan incómodo como el desierto.

Señores directivos del club G E V P: pintaron el frente, qué bien, pero ordenaron que mutilaran los tres majestuosos árboles frente a la entrada del club. Los convirtieron en unos tomem, que por estos días, cuando los árboles respetados ya tienen frondosas copas, apenas si dieron algunas ramitas raquíticas para tener algunas hojas imprescindibles para sus procesos vitales. Ahora, el efecto sobre el ambiente de la entrada del club fue devastador: puro sol, hay que refugiarse en los arbolitos que están en la verda de las canchas de tenis, que están bastante bien, aunque faltan varios.

Además, al eliminar las copas de los tres colosos, dejaron a la vista el horrible cablerío de la televisión que arruina el paisaje de los barrios.

Fue una destrucción innecesaria y un pésimo ejemplo señor presidente Walter Carmody; señor vice Gustavo Luraschi, señor secretario Jorge Roberto Ramis y señor tesorero Héctor Adrián Castagna. Lo siento, pero la responsabilidad no se delega. Fueron ustedes.

Señora directora de la escuela Blanco Encalada, de Emilio Lamarca casi Beiró. ¿Por qué el frente del establecimiento no tiene árboles y están tapados los canteros de la vereda? ¿Está de acuerdo esto con las lecciones que sobre calidad de vida y conducta ciudadana se imparten a los chicos? La invito a pedir al gobierno de la ciudad que ponga árboles allí.

No es lo mismo Villa del Parque que Villa del Patio Pelado.

Respete, defienda y promueva el arbolado público. Por la calidad de vida del barrio.

Mangangá, editor

Mucho abandono en un sector céntrico del barrio

Está pegado a la estación, a Cuenca, al Shopping y es una muestra del abandono.

Me refiero a los 150 metros de vereda y verja del ferrocarril sobre Ricardo Gutiérrez sur, entre el anexo del CGP y el club GEVP.

Vereda rota, ni un solo árbol, paredón y verja rotos en varios tramos. Por supuesto, nadie barre allí y no son pocos los que dejan caca de perro o directamente basura, especialmente al costado del CGP, muchos también la tiran directamente a las vías.

Es decir, aquí hay vecinos que se portan mal pero principalmente el Gobierno de la Ciudad está en mora. No hay duda.

El contraste es notorio con la mejora que se hizo en 2007 también en la vereda de las vías, en Ricardo Gutiérrez, pero del lado norte: limpieza, vereda nueva, forestación completa, cerco de alambre pero al menos entero y una miniplaza pegada a la barrera de Cuenca.

Además, hay trabajos iniciados para completar la vereda hasta la barrera de Emilio Lamarca. Al menos, muchas de las plantas que impedían usarla fueron quitadas o reducidas para permitir el paso peatonal.

El punto negativo lo aportan los vecinos: caca de perro a montones, no sea cosa que tengan que llevar una bolsita y tirarla donde corresponde, no? De este lado los que no se portan bien son esos vecinos sucios. Tampoco hay duda.

¿Por qué no un paseo de los artesanos?

Tiro una idea.

Es como una botella al mar, pero ...

¿Notaron cómo se ha degradado la entrada a la estación del lado sur? ¿La que linda con el shopping center?

Bueno, se los digo sin disimulos. Es casi un baño de hombres.

Propongo convertir ese rincón del barrio en el Paseo de los Artesanos, con el doble propósito de terminar con la suciedad y darles un lugar a esos laburantes-artistas para que no ocupen las veredas de Cuenca.

Ah, además. Me parece clarísimo que está haciendo falta otro baño en la estación. ¿Verdad?

Uriel, el cronista de lujo del barrio

Otro "toque" sutil de Uriel Bederman. Recomendado.

http://www.igooh.com.ar/Nota.aspx?IdNota=25750

¡Feliz día, vecinos!

Hoy es el Día del Vecino. ¡Feliz día, vecinos!

El saludo es para todos, por supuesto, pero no para todos igual. Yo lo siento así.

Mi saludo es especial, es más afectuoso, para el vecino que me saluda, que mantiene su vereda limpia, que cuando va a pasear con su perro lleva la bolsita correspondiente, que estaciona bien, que respeta el arbolado público, que evita responsablemente situaciones de peligro, como un cable suelto, una maceta que puede caerse o un cerco puntiagudo en el cantero de la vereda; que separa la basura y la pone en el contenedor correcto, que no lleva desechos a alguna esquina... que se porta bien, podemos resumir.

Y es muy especial, y lleva todo mi respeto, cuando además es un vecino comprometido con el barrio, que participa en sus instituciones, que promueve iniciativas por el bien común, como los que desde años militan en clubes y sociedades o los que últimamente organizaron redes de vigilancia y seguridad,  y los que sin estar en organización alguna, ayudan al vecino jubilado, cuidan a los pibes que vienen de la escuela y hasta son capaces de poner un arbolito a la vera de las vías.

¡Feliz día!

 

El Comercial 11 sin gas

La escuela comercial 11 "Dr José Peralta" en realidad está en Devoto, en Pedro Lozano al 4200, entre Mercedes y Gualeguaychú, pero no son pocos los chicos de Villa del Parque que a ella concurren.

Y esos chicos están ahora protestando -ayer cortaron la calle y todo- porque como en decenas de escuelas porteñas no tienen calefacción por falta de gas.

¡Cómo no íbamos a hacernos eco!

 

 

Reventaron 5 árboles en Marcos Sastre

Otra vez la bestia depredadora. Cinco árboles de Marcos Sastre y Emilio Lamarca fueron mutilados mal entre el viernes y el sábado. Algún imbécil estará contento.

¿Quién es la bestia depredadora? Un engendro que aunque no se pueda creer es en lo que se transforma un simple vecino, que puede ser muy buena persona, amable, buen ciudadano en general, pero que por ignorante, por obsesivo o por estúpido agarra el serrucho y revienta el árbol que tiene delante de su casa. O autoriza a un cualquiera que pasa y le pide unos pesos a que lo mutile irreparablemente.

Ignorante porque el árbol no es suyo, sino público y no tiene derecho a tocarlo; obsesivo porque no hay ninguna necesidad de cortarlo, nada que lo justifique; y estúpido, porque destruye una fuente insustituible de sombra, oxígeno y paisaje.

Y ese engendro con serrucho se convierte directamente en un monstruo depredador cuando tiene además una motivación tan mezquina como "que se vea el frente de mi casita o de mi negocio", "que no me tape el cartel" y no me importa que el barrio se degrade con la destrucciones de ejemplares que tomó décadas que se desarrollaran.

Exactamente eso acaba de hacer el club GEVP, y en eso están muchos arquitectos o constructores viejos, porque por suerte el concepto va cambiando, que para construir una casa o un edificio lo primero que hacen es sacar directamente los árboles. 

Y dale que va. Total, ¿a quién le importa olvidarse de Villa del Parque y transformarla en Villa del Patio Pelado?

Y qué hace el Gobierno de la Ciudad mientras tanto. Y bueno, hay algunos carteles amarillos ¿Los vieron? Unos afiches que dicen "Haciendo Buenos Aires". Bueno, de la misma serie, igual de amarillos, hay algunos que dicen textualmente: "Estamos haciendo que la ciudad tenga árboles. Cuidemos que nadie los lastime".

¡Bárbaro! Prediquemos la bondad, no me opongo. Es más, de hecho me sumo porque de eso se trata este blog. Pero Macri querido, también hay que enojarse con los que hacen estos estropicios, y vos tenés la responsabilidad de controlar. Controlá hermano, porque los vecinos podemos hacer "presión social", pero no nos pongas en la situación de tener que ir a enfrentar personalmente a la bestia depredadora. Eso tenés que solucionarlo vos, de otro modo cargarás con la responsabilidad de que la destrucción siga y de que al final haya nomás peleas entre vecinos.

Las sutiles crónicas de un vecino sensible e inteligente

Hoy quiero recomendarles otro sitio, es igooh (http://www.igooh.com.ar), y desde este momento queda entre las páginas vinculadas con este blog.

Quiero llamarles la atención por los aportes que deja allí el vecino Uriel Bederman (Uri), talentoso autor de sutiles crónicas sobre Villa del Parque rebosantes de inteligencia y sensibilidad.

Siempre supe que el barrio tenía poesía, pero Uri sabe además descubrirla y plasmarla en sus textos.

Transcribo un fragmento de una de sus "crónicas":

La esquina que eligieron las palomas

En un paraje escondido del barrio, las palomas han establecido su base de operaciones. Se dice que allí planean los movimientos de sus cogotes y que hablan de otros pájaros.

¿Por qué habrán escogido esa esquina del barrio y no otra, habiendo tantas, con las mismas comodidades eléctricas enfundadas, postes semejantes, casi idéntica cantidad de transeúntes / víctimas que van y vienen del mercado?

(Las coordenadas precisas fueron reservadas en un lugar oscuro, perdido; que algunos llaman olvido.)

Publicado en http://www.igooh.com.ar/tags/villa+del+parque/

El PAMI cortó los yuyos, falta que barra la vereda

Una buena. El PAMI contrató a un jardinero que cortó los yuyos que "adornaban" su playa de estacionamiento en Beiró y Emilio Lamarca.

Ojo. De ninguna manera voy a criticar el trabajo serio, responsable y muy necesario que hace ese instituto. Tengo parientes que concurren a esa sede y se sienten bien atendidos.

Sólo les cuestiono el descuido, el abandono, porque eso sí es un problema vecinal. Si hasta a veces estacionan una ambulancia sobre la vereda.

Pero lo que más llama la atención es que en esa esquina nadie barre. Siempre está sucia.

Desaparece casita con historia en la calle Baigorria

El barrio acaba de sufrir la desaparición de una de sus casas características.

Están demoliendo -o al menos reformando fuerte- la casita de estilo alemán de una planta y techo a dos aguas azul de Baigorria, a mitad de cuadra entre Nazca y Terrada.

Sinceramente desconozco la historia de esa propiedad, tal vez alguien pueda contármela aquí. Lo que es seguro es que era más vieja que todas las de los alrededores, que fue erigida cuando el barrio era más parque que cemento, y que fue una postal de Villa del Parque por decenios.

Una pena.

El Gevepé se pone más lindo pero también hace macanas

El Gevepé (GEVP, Gimnasia y Esgrima de Villa del Parque, www.gevparque.org) es merecidamente un orgullo del barrio.

Desde su fundación el 18 de junio de 1922 recorrió una historia con luces y sombras pero sin duda enriqueció la vida de miles de parquenses y "foráneos" que pasaron por sus canchas, gimnasios y salones.

El club goza de un presente iluminado -aclaro que no conozco la situación interna, lo digo por lo que se ve a simple vista- con su sede rebosante de actividad sana, noble y bulliciosa.

Es fantástico oír los coros y los gritos de gol que sacuden con alegría muchas de las tranquilas noches de Villa del Parque.

En estos días la sede está recibiendo un tratamiento de belleza, que buena falta le hacía. Su fachada está siendo revestida parcialmente con cerámicas azules y pintada de celeste en una combinación muy apropiada.

Ahora la macana. Alguien allí -vaya a saber por qué cree que tiene atribuciones para ello-mandó a podar los árboles, como si pertenecieran al club y no a la ciudad.

Para colmo es evidente que el trabajo se lo encargaron a gente improvisada que simplemente metió serrucho buscando que quedara lo menos posible de los tres grandes ejemplares -no conozco de qué especie- a los que llevó decenas de años desarrolarse.

El resultado es que quedaron tres troncos pelados con muñones de ramas. Una mutilación a lo picapiedra.

Con sólo mirar cómo podan los laburantes especializados de la ciudad, los que saben, al menos habrían hecho menos daño. Sólo se cortan las ramas bajas y al ras, sin dejar muñones, y las que van para arriba no se tocan. 

Así que pronto tendremos en esa cuadra de Tinogasta una linda fachada pero con árboles mutilados, que posiblemente echen nuevos brotes en primavera, pero quedarán irreparablemente deformados, y todo afeado porque quedan a la vista los horribles cables de la televisión que sólo las grandes copas disimulan como se puede apreciar en las cuadras más lindas del barrio.

El largo frente del club de unos cien metros se reparte prácticamente por mitades entre la zona de las canchas de tenis y el edificio central. En la primera mitad, hay ocho árboles medianos o chicos y siete faltantes, y en dos de los canteros vacíos se implantaron arbustos, que está mal.

En el frente del edificio social, están estos tres grandes árboles ahora arruinados y faltan unos cuatro o cinco, pero los canteros han sido tapados, como para que no sean repuestos los faltantes. El club parece que ni se enteró de la reforestación que hubo en el barrio el año pasado. También faltan árboles frente al paredón que da sobre la calle Concordia.

Gevepé, yo te banco, pero esto es una gran macana.

 

 

Farmacity respeta los árboles de Beiró

En Francisco Beiró, entre Emilio Lamarca y Concordia, allá en el límite con Devoto, están reacondicionando un gigantesco local para instalar otra sucursal de Farmacity.

Más allá del acontecimiento comercial -en realidad yo prefiero las farmacias de barrio, atendidas por sus dueños, con balanza gratis- lo que me gustó es que en este caso se respetó a los tres soberbios plátanos que hay en la vereda de ese predio.

Es interesante porque durante muchos años existió en Buenos Aires la maldita costumbre de sacar los ejemplares del arbolado público cada vez que se instalaba un comercio importante.

De hecho, la nueva sucursal se abrirá al lado de un supermercado Disco de frente tan ancho como ella, y sin árboles. No tengo idea si los del supermercado quitaron los árboles cuando se instalaron, aunque me parece llamativo que en varias sucursales de la misma cadena pase lo mismo, pero está clarísimo que son enemigos del arbolado público porque en su vereda cegaron los canteros y así fue como la reforestación del año pasado, que implantó decenas de ejemplares en el barrio, por esa vereda pasó de largo.

En frente de ambos comercios hay una remozada estación del Automóvil Club Argentino, también sin árboles en su anchísimo frente. Es cierto que necesitan muchas rampas para el movimiento de vehículos, pero no me digan que no hay lugar para varios árboles también.

No hay que conformarse con estas actitudes y por eso es bueno lo de Farmacity. Beiró es la avenida más linda del barrio precisamente por su arbolado.  Y no es sólo una cuestión estética sino de calidad de vida. Los árboles disimulan los feísimos cables de la televisión, amortiguan el calor y el frío y los ruidos, y suministran oxígeno. ¿O a alguien le gusta pasear por la pelada Nazca en una tarde de verano?